domingo, 26 de junio de 2011

Trillado

Es curioso que la gran mayoría de gente interesados en sembrar a pequeña escala que nos ha contactado, era para preguntarnos como pensábamos hacer el trillado y la avienta. He de reconocerles que quizá debiéramos haberlo pensado a la hora de dimensionar nuestro cultivo. No teníamos muy claro la producción que íbamos a sacar y por tanto nunca consideramos que fuera algo determinante. Está claro que al final, con sequía, plagas, enfermedades o ratas, el grano hay que trillarlo; que ya nadie tiene “bestias” de arrastre  para pasar las trillas de antaño en la era; y que por menos de una hectárea nadie va acudir a tu terreno a pasarte una de esas trilladoras monstruosas, así que hay que buscar alternativas. Aquí las vamos a contar.

Ahora podemos aconsejar para los que quieran aventurarse que hagan las operaciones al revés. Esto es, cuanto trigo eres capaz de trillar, y contando que la cosecha se diera de manera óptima, cuanto es la máxima superficie que uno está “preparado” para cultivar. Por extensión,  también tendríamos que pensar en las capacidades que uno tiene de almacenar. Y si hubiéramos sacado 150 kg (inshalá!) ¿Donde  los meteríamos? El trigo tiene un problema horrible de conservación, por la cantidad de polillas y gorgojos especializados en arruinar tu almacén.
He aquí todo el proceso con detalle para los que pueda servirle de ayuda:


1) Si tienes pocas espigas y son de una variedad sin barbas, quizá baste con golpear un manojo de 10-15 espigas contra la pared interior de un cubo ancho. Un repaso rápido de las espigas para revisar que no vamos a desechar grano, y a por otro manojo. También golpeando directamente los manojos con un mazo, haciendo todo el trabajo sobre una sabana
Sea el método que sea es necesario un par de cubos para ir pasando el material que vayamos trabajando de uno a otro.
Trillado, método simple
2) Para producciones mayores, el método más extendido que se suele recomendar es el siguiente: meter algo menos de 1 kg de espigas en un saco de rafia (de esos que se utilizan para fruta o patatas, no de rejilla). Nosotros metimos esa bolsa en otra, comprimiendo la paja hasta hacer una especie de almohadón. Una vez allí, imaginando que se tratara de un tronco, te montas encima y lo haces rodar de un lado a otro. En realidad, no hay mucha técnica… aquí cada uno es libre de bailar, correr, hacer stepping, o cualquier otro método de “expresión corporal” con tal de producir la mayor fricción entre las espigas. Después de unos 15 minutos el grano debería haberse desprendido del tallo.

También puedes utilizar un mayal, (o bate de béisbol o palo) con el que golpees con toda tu ira el saquito.
Se pasa todo el contenido a un cubo. En nuestro caso hubo que hacer un repaso para separar aquello que nuestro trillado no había conseguido (otros 5 min). Las variedades con barbas (como las nuestras) se desprenden de una manera mucho más difícil. Estas barbas he leído que además de poder hacer fotosíntesis para colaborar en el llenado del grano, también suponen una protección contra pájaros puesto que les incomoda enormemente cuando vienen a comer el grano. Se ve que a las ratas no les incomoda tanto.
El material resultante es un poco desmoralizador. A primera vista no parece apreciarse mucho grano, y mucho de éste no ha salido del envoltorio (gluma). No conviene obsesionarse con ello, pues este grano “no limpio” caerá con la avienta junto al grano limpio, y será más fácil de detectar y limpiar a posteriori. Aun así, no es mala idea dar unas cuantas pasadas frotándolo entre las manos el material resultante y dejándolo caer de nuevo sobre el cubo (5 min extras).
En total, no esperes en trillar mas de 2Kg /hora, ni de librarte de un bonito cansancio.

3) Para producciones aun mayores existe gente que se fabrica sus propias máquinas. Si eres un poco manitas, no parece desde luego algo muy difícil de hacer. Existen desde los más sencillo hasta las más complejas.
Desde la mas cutre hasta  la mas currada. La FAO en su página web tiene publicado un modelo  sencillo.
Trilladora a pedales de la FAO

Hay quien incluso las hace, acoplándoles la tracción de una bici estática, pero según tengo entendido para más de 20 kg de grano el invento no parece ser una opción.

4) Existen máquinas en el mercado para trillar cantidades moderadas. Por desgracia, estas suelen fabricarse  para los mercados de países en los que aun existen cultivos de cereales no extensivos (como India o Polonia)  o para cultivos experimentales de los países con mucha pasta. Ejemplos de ello son estas páginas
En India: Vidhataindia; Bharatagi; Rushi Agro; Paddy (pedales)
En China: Hudong; LscBjx;
Probando una trilla de "laboratorio"
En nuestro caso nos dejaron utilizar como experimento unas de estas de laboratorio, la Wintersteiger LD-180, que hace un buen trabajo, pero rindiendo algo así como 5 kg de espiga por hora. Al ser máquinas para preparar muestras para laboratorio, no están optimizadas para el tiempo a emplear. El mismo representante de esta marca en España, me confesó que por precio y rendimiento no era lo óptimo para un huerto familiar, sus máquinas son para laboratorios.

5) Lo ideal es que pequeños agricultores domésticos de la zona se agrupen para comprar o sumar las producciones, pudiendo ofrecer posibilidades más rentablemente económicas al desplazamiento de  trilladoras a la zona.
Si no, siempre cabe una opción intermedia: si no se desplaza la máquina al trigo, quizá puedas desplazar tu trigo hasta la máquina, y trillar de manera “estacionaria” el trigo en la nave donde guardan la trilladora. Habla con los agricultores de la zona, y ellos te sabrán decir quién y donde están las trilladoras. Esta era la opción que nosotros teníamos contemplada si no hubiéramos perdido todo el trigo por las ratas. Aquí se hacía así, cobrando el propietario de la máquina un porcentaje del grano trillado.

Uno de los propósitos de este blog es el de poner a disposición del que nos lea, toda la información que recopilamos sobre el cultivo de cereal a pequeña escala. Si tienes alguna duda o algo que aportarnos, porfa, déjanos un mail a la dirección del nombre de este blog (todo seguido)@gmail.com.
Dado que este post me ha salido, ya de por si, pelin extenso, dejaremos la avienta para el próximo.

domingo, 12 de junio de 2011

Siega por emergencia

Rincón aun no deborado por los roedores

Dicho por ajonjolí en su blog ya os habréis enterado la gran mayoría de los que leéis este blog.
El martes al subir a medir la humedad del grano detectamos una gran pérdida por la voracidad de roedores, probablemente ratas. En un tanteo valoramos que se había perdido un 50-60% de la cosecha. La zona más afectada fue justamente donde mayor densidad de cultivo habíamos alcanzado, donde las espigas habían sido de mayor porte… donde había tomado las fotos de todo el proceso. Esa zona es justamente donde se apoya Peter: un muro de piedra plagado de oquedades y recovecos muy apropiado para dar cobijo a lagartos, y  algo más.


El miércoles volvimos a subir al mediodía, y el panorama había empeorado aun más: estimamos que ya se había perdido un 90%, quedando tan sólo un trozo de unos 10*5 (50m2) que no había sido atacada presumiblemente por la cercanía de una casa.
Así pues decidimos sacar lo que se pudiese esa misma tarde, de 4 a 9h (otros de 7 a 9h), repasando todo el cultivo para recoger literalmente “las espigas que las ratas no habían considerado apetitosas”. Que impotencia da pensar que ese momento tan esperado, que augurábamos como festivo y compartido con toda la gente que nos prometió echarnos una mano con la siega, se convirtiera en una siega-exprés entre jornadas de trabajo y con la cara un poco mustia.  No es para rasgarse las vestiduras, pero repasar lo que habían dejado esas malditas, dando pasos y pasos sin encontrar una sola espiga fue sin lugar a duda una tarea amarga.

Algunas veces (las que menos) uno tenía la gozada de segar de un tajo un ramillete.

Ni una sola espiga quedará en este campo
Siendo tan poco lo que quedaba decidimos recoger solo las espigas, metiéndolo en sacos de rafia. Sacamos tres sacos, y un total de 12,5 kg de material, que haciendo un pequeño ensayo calculamos que aproximadamente un 50% del peso es grano. (6 kg)
Si en la noche del martes al miércoles, aquellos animales pudieron cepillarse un 30% de la cosecha, y que con sólo el 10% conseguiremos 6 kilos, quiere decir que iban a razón de 18 kilos de grano por noche. La verdad es que da miedo pensarlo. Comentándolo con la gente, ahora parece resultar que todo el mundo ya lo sabía, y nos han dicho que los agricultores de trigo inflan de raticidas el mes anterior a la recogida,  que si aquella zona tiene mucha rata, que el trigo es un manjar para la rata… y no sé cuantas cosas más. A mí, por mucho que me digan, 18 kg/noche me parece desproporcionado: o tenemos un ejército de ratas o las pocas que haya tienen el porte de un perro.

Para hacer que la tirana rata caiga
y el trigo siervo liberar,
alcemos la potente "hóse"
que el hombre libre ha de forjar.
A sabiendas que el trigo aún tenía que secar un poco más, teníamos que elegir el mejor espacio, para que, asegurando que se secara no fuera presa de ningún nuevo animalejo.  Así que hemos decidido extenderlo en la habitación de invitados de nuestro piso en Santa Cruz. Sí señor, lo subimos en ascensor y ahora hace una bonita cama sobre parquet de madera. Quien diga que le gustaría cultivar trigo, pero no puede, que mire esta foto para mostrar que querer es poder, aunque sea a costa de transformar tu piso urbano en un pajar.

Los invitados ahora pueden dormir sobre una agradable cama de trigo
Instalación artística en nuestra habitación de invitados en un piso de Santa Cruz.
¿Problemas? Bueno, el olor no es desagradable, pero es particular. Y las espigas traían una gran cantidad de pequeños insectos: coleópteros,  arañas rojas y demás que ahora pueblan las paredes de la habitación. Sólo faltaba que empezaran a venir pájaros :-)




martes, 7 de junio de 2011

Malditos roedores

Llega el día final, el día de la siega, y para ello había recuperado dos hoces de mi abuelo. Tengo que afilar las hoces, porque las pobres tienen mas óxido que hierro. Está previsto para el sábado.
Hoy quedamos con una amiga para que nos echara una mano para determinar el grado de humedad del grano. La más alta tecnología en nuestro cultivo. Se desgrana a mano unas cuantas espigas hasta cubrir un pequeño cubilete que luego se muele con dos mordazas metálicas y se conecta a un aparato ultra moderno que te dice el grado de humedad de tu grano. El aparato había sido testado esta mañana, y parece que daba una unidad porcentual de más.

Alta tecnología para los retrógrados de la isla de pan ;-)
Lo podeís ver en la última imagen: 22,6%,  que corregido es 21,6% de humedad, lo que significa que nuestro trigo aún no está para recoger. (óptimo 14%). El aparato dice que no, las Cabrillas que ya vamos tarde... pero algún otro agricultor esta pasada semana ya nos dió su calendario: "A mi me lo dicen las ratas cuando debo recoger".Y así es. 
Cuando entramos dentro de la parcela a recoger unas muestras pudimos ver la gran cantidad de espigas sin cabeza que se aprecian al día de hoy:

¿Donde se fueron las espigas? A las tripitas de los animales con grandes piños.
Pero ¿cómo se las ingenian para descabezar las espigas sin tumbar la planta? Con todos mis respetos a las ratas y diversos roedores que lean este post: Me cago en vuestra madre.
Ya con un poco de más observación, pudimos ver incluso los merenderos de los roedores que se montan debajo de las plantas. Al día de hoy,  debe ser famoso nuestro campo entre ratas y ratones de la zona: una especie de after, sin ningún tipo de tratamiento químico, y con razas autóctonas locales. 

Merendero chill-out para Pixie, Dixie y sus colegas
Pues sí. Después de tanto seguimiento, de tanto mensaje de ilusión de unos todos los que dejasteis algún mensaje y otros tantos que nos leyeron pero no se animaron a dejarlos hemos llegado a este momento de desilusión.
Libramos las palomas en la siembra, de los conejos en la germinación, del criocero en el crecimiento, de la oxalis y otras colegas arvenses, la falta de agua, las lluvias torrenciales, el encamado con los vientos... y al final, en unos pocos días (5 días) la escasa producción se ha reducido en mas de un 50%. Así de cruda es la agricultura. La chica de la máquina de medición de humedad nos ha recomendado que lo recojamos cuanto antes porque lo que queda de espiga es cuestión de días para que acaben con ello. Snif. 
Tomémoslo con humor, que es lo que nos queda.